Piñata, el autor más destroyer del TMEO (que ya es decir), es poco o nada dado a las apariciones públicas, ni siquiera en las presentaciones de sus propios cómics. Tampoco es amigo de hacerse fotos, y solo los más cercanos saben quién es en realidad. Aprovechando la celebración del 30 aniversario de la revista que tuvo lugar el 15 de julio de 2017 con diversos actos en Gasteiz, le pregunté a uno de los cabezas visibles de la publicación, Larri, sobre el esquivo autor. Tras unos momentos de duda, fue a buscarle y me lo presentó. Piñata confirmó su timidez pero también una gran amabilidad, y no tuvo ningún problema en dedicarme dos álbumes, de pie, cogiendo el primer boli que encontró en una mesa cercana. Conseguir estos dos dibujos fue el broche de oro a una jornada de lo más entretenida en la capital alavesa.