El 13 de junio de 2017, Ted McKeever anunció en su blog y en redes sociales que tan solo le quedaba un ejemplar de Funky Porcini. Se trata de un mini-cómic autopublicado que llevó a un par de convenciones a finales del mes anterior y que después puso a la venta por internet; con una tirada de 100 ejemplares, él mismo advirtió de que nunca sería reeditado. Además, la edición que estaba a punto de agotarse incluía un sketch original (la otra era solamente firmada). Evidentemente, lo compré al instante. El 22 de junio me llegó a casa (rapidísimo) y pude comprobar que el sketch, de nuevo una especie de autorretrato del propio autor, era en color y que estaba especialmente trabajado, con su habitual estilo esquizofrénico y libre. Una maravilla. McKeever ya está pensando en el segundo número de Funky Porcini. Allí estaremos.