Argumento
El asesino que se merece nos adentra en el mundo del decadentismo finisecular, en una Viena cargada de contrastes, donde los defensores del academicismo pretenden crear el arte más puro posible, al mismo tiempo que surgen nuevos artistas vanguardistas con vocación experimental. Lupano y Corboz pintan un estupendo fresco en el que se dan la mano los callejones más sórdidos con las salas de ópera frecuentadas por la alta aristocracia.