Argumento
"Cuando Gabriel Solano López bautizó como Tristes a estas historias apeló a un ardid para no poner la palabra correcta: Crueles. La edición recopilatoria anterior de estos trabajos (que sólo incluía las primeras tres historias de este libro) corrió por parte del editor español Antonio San Román dentro de su Colección Vilán. En la contratapa del libro nos recibe la siguiente frase: Ni un asomo de esperanza. No es una frase efectista, es una síntesis de estas historias".
Pablo Muñoz
"A fines de los '70 Solano López largó todo para irse a Europa con su hijo Gabriel, un militante montonero al que logró sacar de la cárcel de la dictadura y para el que dibujó con dedicación los guiones de sus lacerantes Historias Tristes".
Martín Pérez (Página 12)