Argumento
Subaru Sumeragi, a pesar de sus 17 años, es el líder y cabeza de familia de uno de los clanes más poderosos de Japón, expertos en el onmyouji, o camino del Yin y el Yang, un sistema ocultista de adivinación. Desde hace generaciones, los Sumeragi tienen fama como médium y exorcistas, y Subaru hace honor al prestigio familiar con su dedicación al trabajo y su alto índice de éxitos.
Tokio, la ciudad más bulliciosa de Japón, también es la que más ayuda necesita, por eso Subaru se traslada a la capital con su hermana gemela Hokuto para prestar auxilio a las almas y humanos que lo necesiten, En Tokio tablan amistad con Seishiro Sakurazuka, un veterinario muy atractivo que, desde el primer momento, dice estar enamorado de Subaru, de su belleza y de su candor. Hokuto aprueba sin reservas los avances de Seishiro, hasta el punto de favorecerlos siempre que puede y reñir a su hermano por ser tan tradicional. ¿Qué hay de malo en que dos hombres se amen? Pero hay otro motivo por el que Subaru debe ocultar al resto de su familia es amistad: Seishiro es su Némesis en el mundo del ocultismo, el líder del clan enemigo de los Sumeragi, los Sakurazuka, ninjas asesinos que desde hace siglos controlan Japón. Pero Seishiro no quiere saber nada de su herencia, ha renunciado a ella y se conforma con curar a las mascotas de los habitantes de Tokio.
En los primeros capítulos hemos visto a qué tipo de casos debe enfrentarse Subaru, almas que se resisten a subir al cielo, atadas a este mundo por la rabia y el rencor de su vida anterior. Gracias a sus trabajos comprobamos que quizá Subaru no tenga el carácter adecuado para este tipo de trabajo. Es demasiado amable, se identifica rápidamente con las víctimas y prefiere sufrir daños a herir a otra persona, aunque ésta lo ataque. Lo más inquietante es que, en dos o tres ocasiones, Seishiro ha intervenido en su trabajo. A pesar de haber renunciado a su posición como líder de los Sakurazuka y como Sakuratsukamori, su asesino, Seishiro posee un enorme poder psíquico del que siempre se burla, pero que ha usado en algunas ocasiones para salvar a Subaru no sólo de las amenazas, sino de sí mismo. Pero en todas esas ocasiones ha tenido mucho cuidado de que ni Subaru ni Hokuto recuerden que ha usado ese poder, prefiere guardar el secreto. Y naturalmente, también tenemos tener en cuenta los sueños recurrentes de Subaru, un recuerdo medio enterrado en su memoria en el que un joven, muy parecido a Seishiro, le hace la promesa que Subaru no pudo oír por culpa del susurro del viento en los cerezos...