Argumento
Existió -o existirá- una vez un universo en el que giraba una apartada galaxia. En honor a la antiquísima civilización que la habitó, y a su forma de medir el tiempo, se había establecido un mismo patrón temporal en toda la galaxia: la hora, la unidad-tiempo. Los humanos daban vueltas alrededor de esa Hora. Las epopeyas y el polvo se sucedían, imperios y jardines eran arrasados y vueltos a levantar, pero la Hora seguia siendo la misma.