Tengo en buen recuerdo aquella época en el que inicié mis primeras andaduras en el mundo oculto del cómic, y digo oculto porque lo poco que sabía de los personajes de cómics se lo debía a otros medios, que como todos sabemos casi nunca hacen verdadera justicia a sus personajes. Hasta que un buen día, ya sea por una decisión fatídica o por una fortuita curiosidad, decidí adentrarme en el Noveno Arte con todas las páginas y viñetas que eso conllevaba. Fue un nuevo hobby que cogí con ilusión y entusiasmo, era como abrir una ventana a primera hora de la mañana y recibir un aire fresco, y con esa sensación de novedad cayeron en mis manos los primeros cómic que no tardaba en leer. Pero tenía un dilema, el mundo del cómic es en sí mismo es un auténtico macroverso, y anduve en él sin brújula ni conocimiento alguno, era fácil perderse, y además, añado que me generaba una cierta ansiedad el leer historias de personajes de los que desconocía su procedencia, y con su procedencia me refiero a sus historias de origen. Una parte de mí necesitaba leer el origen de cada personaje para establecer, como mínimo, un punto de arranque para introducirme en sus aventuras, y tener la ilusión de seguir un cierto orden en mis lecturas.
Ya llevo muchos años leyendo cómics, considero que ya tengo una buena brújula para desenvolverme en este macroverso, y además unos conocimientos prácticos, aunque considero que en este mundo que siempre está en expansión tales conocimientos aún siguen siendo mínimos. No obstante, me siguen fascinando las Historias de Origen, las percibo como historias de superación, ver cómo un personaje común que ante la adversidad, ya sea por un trauma o una historia dramática, se antepone para convierte en alguien extraordinario, alcanzando así la excelencia del héroe o la del villano. Y ahora que ya os he tirado mi rollo en cuanto a mi historia del cómic se refiere, comparto con vosotros la lista que he ido confeccionando a lo largo de mis lecturas, para los que todavía no se hayan confeccionado su propia brújula.