Argumento
La sombra de “Drácula” es demasiado alargada en el Noveno Arte, las adaptaciones que se le han dispensado numerosas y de una calidad sobresaliente. Pienso ahora en la excelente versión que hizo nuestro desaparecido Fernando Fernández en los ochenta, la de Mike Mignola con motivo de la película de Coppola, la inquietante versión de Roy Thomas y Dick Giordano para Marvel, y hasta la del italiano Guido Crepax que incidía en el aspecto más erótico y sensual del personaje. Pero este fenómeno no ha propiciado el interés de la industria del cómic por el resto de la obra de Bram Stoker, como se desprende de la lista que nos da Javier Alcázar en su artículo “El otro Stoker” que os ofrecemos. Un error que ojalá se enmiende en el futuro. Eso esperamos, porque merece la pena. Y seguro que así será porque Stoker es un autor inmortal y al igual que su famosa criatura admitirá transfusiones de sangre nueva y fresca de las generaciones del porvenir. Nosotros, en este número 11 de Cthulhu, nos acercamos un poco a esa parte menos conocida de su imaginario, salpimentando con otras historias de ficción oscura marca de la casa