Argumento
Desde que Dios dijo que había que ganarse el pan con el sudor de la frente, hasta hoy, en qu ela crisis ha convertido en basura lo que ya funciona con contratos basura, el trabajo ha sufrido pocos cambios en su paso por la historia: básicamente, un señor que nos cae mal nos da dinero a cambio de que hagamos algo que no nos apetece hacer; si el tipo nota que nos gusta, intentará darnos menos pasta.