Los tebeos que leía cuando era niño. Comprados en mercadillos y ferias, cambiados con amigos, compartidos con mi hermano. Estaban mal editados, pero los leí y disfruté muchas veces desde la primera hasta la última página. Con ellos me inicié en este mundo maravilloso de la narrativa dibujada. ¡Qué lejos quedan y qué cerca están! Ahora las ediciones son otras, pero ahí siguen Tintín, Milú, el Capitán Haddock, Benito Sansón, Flash Gordon y Dale Arden, El Hombre Enmascarado, la Chica Invisible, Peter Parker, Zipi y Zape, la familia Ulises y Rompetechos. Faros que iluminan la memoria de otro tiempo. Nunca he vuelto a leer una revista de cómics con tantas ganas como cuando me pillaba saldada la revista «Strong». Menudo descubrimiento. Creo que ahí empezó todo.