Argumento
«Mi organismo en obras» es una mirada nostálgica a la vez que irónica hacia ese tránsito solitario y complejo que es la adolescencia.
«Mis problemas con los tebeos», «Jesusito de mi vida», «Chapuzas a domicilio», «El estirón», «Cinco contra uno» y «El cuarto de Arlés» componen un fresco por el que desfilan el coleccionismo de cómics en las postrimerías de la infancia, la revista Micromanía, los tomos de Súper Humor, las clases de religión, los crucifijos colgados en las paredes de las aulas, las abuelas beatas con sus invocaciones a Santa Bárbara, los meses de julio repartidos entre el trabajo de albañil y las clases de recuperación de matemáticas, grabaciones de música en cintas vírgenes directamente de la radio, las tardes en la piscina con el radiocassette a todo volumen, la ingesta obligatoria de Calcio 20, la tristeza arbitraria y recurrente, los complejos, loc videoclubes, la masturbación compulsiva, la primera película porno... y la añoranza tierna y hasta cierto punto aliviada por todo un tiempo pasado, por los seres queridos que dejamos atrás y por las personas que una vez fuimos y que hemos dejado de ser.
Fermín Solís, finalista en 2009 del Premio Nacional de Cómic por su obra «Buñuel en el laberinto de tortugas», nos ofrece en «Mi organismo en obras» una novela gráfica personal y desinhibida, melancólica y divertida; una crónica generacional de los albores de la entrada en la edad adulta de España.
— Información de contraportada.