Argumento
Ni siquiera intentó ir a Phnompenh. un pequeño bimotor de la Bangkok Airways lo trasladó directamente a Siem Reap, en el corazón de Camboya. Quería evitar el caos de la metropoli moderna, olvidar los desastres de una guerra y de un genocidio que habían minado el país, tanto en sentido literal como figurado. A través de la ventanilla miraba el mosaico luminoso de los campos y de los arrozales, las oscuras cintas de los ríos, las chozas de las aldeas... Este viaje a los templos de Angkor tenía que mantener hasta el final su parte de misterio. Algunos lugares, hay que soñarlos durante mucho tiempo antes de verlos.